Vacío.
Horas en silencio, hablando conmigo,
Esperando el momento indicado.
Sigo marcando el número de siempre,
Aunque se que al otro lado no hay respuesta,
Se que estás de viaje y no se si volverás.
Aún así lo marco,
Porque me acerca a tí.
Podría buscar mil excusas
que me lleven a estar cerca,
Pero no sé qué duele más,
Si estar cerca y lejos
O estar lejos e invisible.
En realidad siempre supe la respuesta.
Por eso estoy aquí, y no allá.
No hay más tardes o noches,
No habrá mañanas,
Habrán espacios en el calendario que queden vacíos,
Al menos de ti, probablemente yo aún esté un rato más.
Oscuro.
Ya es de noche,
Aún no enciendo la luz,
Quiero oir el silencio con los ojos cerrados,
Sin ver, para poder sentir,
Vaya costumbre mía de tratar de endulzar
Saboreando lo amargo. No la he perdido,
Aunque confieso que no sabía que aún lo disfrutaba.
Mis párpados, más cansados que de costumbre,
Cubren las sombras de una ausencia,
El miedo de abrir la ventana y presenciar
Que ya no estás presente,
La esperanza de que con la luz
De la mañana pueda cruzar nadando
Al otro lado de la cama y aferrarme a ti
Para no ahogarme.
Frío.
Cuando cierras los ojos
El viento habla más duro,
Y trata de golpearte.
No deja marcas,
Pero congela la piel,
Te recuerda cuando el calor se ha ido,
Te dice en tu cara que estás solo.