28 octubre 2005

Hasta siempre (carta del hombre que se destrozó el corazon, al momento de su muerte)

No hay momento más sobrecogedor para un hombre
que el instante mismo en que se ve cara a cara con la muerte.
Esta muerte que muchas veces imploré al creador en silencio.
Estoy solo, tan solo. Todo yo soy un vacío que se ha hecho eterno, tan frío como
la nieve que cae fuera de mi ventana.
Este invierno ha sido más largo que cualquiera. Si mal mi vida se convirtió en una continua sucesión de amaneceres y anocheceres sin sentido desde que te alejé de mi vida, el hecho de saber que pronto terminará, ha hecho que cada segundo sea más largo.
Oh amor, que habrá sido de ti, guardarás en ti aunque sea un pequeño recuerdo de nuestra vida juntos, de eso que nos unió las almas y que aún me llena de dolor?
Si solo tuviera la dicha de volver a encontrarte antes de morir, o más allá de la muerte. Podría decirte tantas cosas, amor mío. No alcanzarían las palabras ni los días del mundo para pedirte perdón, no alcanzaría mi vida, esta equivocada y triste vida para decirte cuanto te amo, ni para amarte, esta vez sin condiciones.
No sabes cuanto lamento haber sido este pobre hombre infeliz y egoísta. Cada uno de mis día me he reprochado el haber dado la espalda a nuestro amor, al amor mas grande de todos, a ese amor que era el aire que respiraba y que yo mismo he convertido en muerte. Por que solo la muerte he deseado desde que te vi partir, mi soberbia haya sido tanta como exigirte que te fueras de mi vida. Le pedí a la vida que se fuera de mi… que tan absurdo puede ser un hombre?
Mi consuelo, mi descanso, pronto llegará y solo pido al creador una oportunidad para volverte a encontrar, para regalarte mi vida y todo el amor que un día te negué.

No hay comentarios.: