30 octubre 2006

Inventario

Llevo mis recuerdos de la infancia, que pesan por contraste.
Llevo una tristeza concentrada, de la que se descubre a simple vista,
de esa que huele desde lejos.
Llevo las ausencias de mis padres.
Y una colección de soledades, que envidiaría un hermitaño.
Llevo mi silencio, apretando mi garganta cual bufanda.
Cuando hace frío y cuando hace calor.
Llevo tu partida, y las que vinieron después.
Llevo mis promesas rotas. Tus promesas rotas. Sus promesas rotas.
Las mías son las que más me pesan, por eso prometo poco,
para no tener que cargar más de la cuenta.
Llevo la pena de haberte perdido y la poca suerte de no haberte tenido.
Llevo la falta de fé, la incapacidad de creer.
Llevo el temor de una niña asustada.
Llevo la sospecha de no saber llegar a donde voy.
Llevo todo tipo de culpas y una variedad considerable de errores,
con la respectiva verguenza de haberlos cometido.
Llevo unos 30 años, que cada día son más y al mismo tiempo menos.
Llevo el alma cansada de llevar todo esto.

No hay comentarios.: