20 mayo 2005

Cuerpo Invisible

Al parecer me ha vuelto a agarrar.
Son tantos años corriendo, huyendo, evitando.
Tantos días esperando no ver su rostro una vez más.
Oscuro, frío, arrugado, feo …con olor a muerte en vida,
Así se posó frente a mí el día que nací,
cuando me marcó como a una vaca.
Ese día trató de hacerme suya, por eso huyo…
porque nunca he querido ser de nadie,
mucho menos de algo tan nefasto.
De niña podía sentir su cuerpo invisible,
observando mi cama desde afuera
de la ventana de mi habitación
con sus ojos amarillos, reflejando mis miedos,
con tal claridad, que podía ver mi piel temblar
en su temible, aunque distante presencia.
Una ciudad tras otra, uno y otro y otro corazón,
mil disfraces y un orificio oscuro bajo la tierra,
un perro, un oso y un león,
un par de niñas y un maestro
hay delante de tí, y aún así tus brazos son tan largos
y flexibles que me tocan.
Que talento tan grande para esperar por mi
en el lugar donde me siento débil,
y me acuesto a dormir con los ojos bien cerrados,
con las manos en los oidos
y esta, mi gran cabeza, debajo de la almohada.
Quisiera ser más hábil y perderte,
darte una pista falsa para que me buscaras
en esa aldea remota en el centro del tiempo,
confundida, mirando en todas las direcciones
donde no crees que estoy,
esperando oler mi piel para arrancarla con las uñas.
y que mi piel de tanto llorar no tenga olor,
ni sabor y menos aún color,
para que no la sientas
por ninguno de tus lados.

1 comentario:

RUFUS dijo...

es como la invisibilidad existencial no?