Cuando no me escuches,
estaré en silencio
contemplando tu rostro,
el que roba mi voz, mis gestos,
movimientos y sonidos.
Esconderá mi tiempo
en tus bolsillos.
Cuando no me veas
debes cerrar tus ojos
y esperar en silencio
a que llegue la brisa.
Rozando suavemente tus oidos,
sabrás que estoy aquí,
entenderás por fin que no me he ido.
1 comentario:
...entenderás por fin que no me he ido
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